martes, 13 de enero de 2015

Barco goblin.

Hola jíbaros!

Este trabajo ha sido como una especie de vuelta a los orígenes, a la época en la que me dedicaba al modelismo naval, en que mi casa estaba impregnada de olor a serrín, a maderas varias, a cola blanca, ... Lo que pasa es que el nivel de cuidado y esmero en este modelo ha sido más bien pobre. Los acabados son un poco toscos, los encajes bastante libres y, en general, la estética del modelo un poco desharrapada... Pero es que es un barco goblin, así que es normal que eso sea así. Incluso muy aseadito me está pareciendo.
El trabajo es para un diorama conjunto, que estamos preparando unos amigos, y del que me han tocado en suerte dos bichejos para pintar (1 y 2, que ya han salido por aquí hace tiempo, muuucho tiempo, en realidad), ... y el barco. ¡Ah, el barco!
Estas cosas siempre me tocan a mi... recuerdo cierto vagón de metro en cierto diorama (1 y 2). Pero eso es otra historia.

Para su construcción partí de un esquemita bastante simple con el plano de las cuadernas. Hice una quilla con contrachapado y despues de dibujar las cuadernas en el mismo contrachapado no hubo más que recortarlas y pegarlas en su sitio. La idea era hacer un barquichuelo bastante redondo, un poco panzón incluso.

El segundo paso fue el entracado, es decir, colocar los listones de madera que cierran el casco de proa a popa. Sin embargo, en lugar de entracar todo el casco, con el consiguiente riesgo de rotura de los listoncillos de madera al doblarlos en los extremos de la embarcación, les di su forma básica con cartón pluma, para después recubrirlos con chapas de metal, muy a la usanza goblin, como si el barco llevase unas protecciones en esas zonas.

Lo siguiente fue ponerle una cubierta. Hacerlo varilla a varilla se me antojaba un poco tedioso, pero es que tuve la suerte de encontrarme un tubo forrado con láminas de bambú que iba que ni pintado, así que lo recorté a la medida precisa (más o menos, que son goblins) y problema solucionado con muy poca dificultad.

La popa pedía a gritos un pequeño puente, así que me puse manos a la obra. Cerré el espacio con las varillas de entracar por la parte superior, le puse un mamparo con una puerta de imitación y andando, a por lo siguiente.

Los siguiente fue recubrir la proa y la popa con las láminas de metal que claveteé al casco. Las conseguí de un bote de Nesquik, de esa tapa que traen a modo de precinto. Incluso trae un pequeño relieve que ayuda a conseguir un buen efecto. Eso si, quedé aburrido de poner tanto clavito.

Acontinuación pasé a rematar la cubierta sellando huecos, poniendo una escalerita que la comunica con el puente, una barandilla, más costillas (falsas), ... y así. No nos olvidemos del bauprés, convenientemente atado con una buena cuerda (digo cabo) y de adecentar esas proa y popa, que el cartón pluma a la vista no queda muy bien.

Con todo eso listo llega la hora de levantar el palo mayor, que va en dos secciones, empatadas con cordel simulando un buen trozo de cabo.
Y no sólo el palo, también las correspondientes vergas, de la cangreja y del velacho (creo que se llamaba así, aunque ya no recuerdo bien algunos nombres).

Y de momento lo vamos a dejar así, si os parece bien, a falta de rematar tres cosas: la decoración (sus mascarones de proa y popa), la maniobra (todo lo relativo a las velas) y la propulsión (que queda en las buenas manos de mi amigo Alex).
Hasta pronto.

2 comentarios:

Josito dijo...

Amigo mío..........sin tu excelente colaboración en esta obra coral, me parece que nunca hubiesemos llegado a "buen puerto" (nunca mejor dicho jejeje)
Sigo pensando que una escena con un mar embravecido (que me ofrecí a modelar y pintar personalemente) y el barco "remolcado" por un par de ballenatos saltarines...hubiese sido una buena opción, pero.....jajaja

JorgeFS dijo...

Donde hay capitán no manda marinero, dice el refrán... y con razón. Yo aportaré mi graito de arena y quedo a las órdenes de las autoridades superiores. El trabajo tiene que quedar al gusto de su futuro propietario.